sábado, 12 de octubre de 2019

Cualquier cosa antes que una Misa… si es de la Forma Extraordinaria

     Hace poco más de un año se solicitó del Deán y del Arzobispo la posibilidad de celebrar Misa de la Forma Extraordinaria del Rito Romano en la Catedral de Oviedo. Es Sr. Arzobispo guardó augusto silencio –al menos no dijo tonterías que ofenden la inteligencia-, el Sr. Deán respondió cosas como que la Catedral es la sede de la Forma Ordinaria y no sería correcto celebrar allí las dos formas.
     Estos días unos trabajadores de cierta empresa han entrado sin permiso en la Catedral para encerrarse allí en protesta porque los quieren echar del trabajo. En cuanto declararon su propósito todo fueron facilidades y obsequiosidad por parte del Deán y el Arzobispo, exactamente lo contrario que con los fieles de la Forma Extraordinaria. Bueno, no solamente facilidades y obsequiosidad, también salir en los medios de comunicación haciendo declaraciones en favor de los encerrados asegurando que pueden quedar cuanto tiempo quieran –descartan explícitamente el echarlos- y que desean se hallen cómodos. Puede que la reivindicación de esos trabajadores sea absolutamente razonable y de la más pura justicia. ¿La petición de celebrar de la Forma Extraordinaria es irracional e injusta? ¿No será que el encierro les permite satisfacer su vanidad saliendo en televisión con declaraciones populistas y la Misa no produciría esa gratificación? ¿Soy mal pensado o todavía me quedo corto? También puede ser que Deán y Arzobispo sean unos acomplejados dobles: frente a la progresía eclesial que odia la Forma Extraordinaria y frente al Mundo que odia a la Iglesia y con el que quieren congraciarse en plan sindicalero.
     Se me ocurren preguntas como: ¿Hay alguna razón teológica o canónica que haga más apropiado, para una catedral, un encierro laboral que una Misa de la Forma Extraordinaria? ¿Entra en los deberes de un deán o un arzobispo fomentar las protestas laborales y despreciar las misas? ¿Están seguros de que los que pusieron trabajo y dinero para edificar la Catedral de Oviedo estaban pensando en acoger encierros antes que actos de culto? Diversos autores católicos hablan del valor infinito de la Misa ¿en la Archidiócesis de Oviedo es diferente y el valor de un encierro es superior al de muchas misas? En la brutal caída de crédito y fieles que esta sufriendo la Iglesia ¿aumentará más el número de fieles con una protesta laboral que con una Misa de la Forma Extraordinaria o Deán y Arzobispo quedarán como unos oportunistas o unos tontos útiles? Los fieles partidarios de la Forma Extraordinaria son católicos y, no me extrañaría, que hasta dan dinero para mantener a la Iglesia ¿seguro que los encerrados y sus apoyos sindicales son tan católicos y tan contribuyentes al sostenimiento de la Iglesia? ¿Desde qué punto de vista es bueno cocear a los propios y llevar en palmitas a los ajenos? Y desde un punto de vista francisquista ¿no están siendo un tanto rígidos Deán y Arzobispo al rechazar una forma legítima de celebrar Misa y preferir cualquier otra cosa para la Catedral?
     Para terminar. Hace un año había disminuido mi aprecio por el Deán y el Arzobispo, con su actitud de estos días me considero claramente despreciado. ¡Qué los católicos tengamos que aguantar semejantes pastores! Si lo miramos como Santa Teresa de Jesús estos pastores son buenos para perfectos porque dan ocasión de merecer mucho, aunque yo veo difícil alcanzar la perfección con pastores que no paran de darte malos ejemplos.

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