martes, 26 de agosto de 2025

León XIV el lento

      Ya lleva más de tres meses de Papa y todavía no ha hecho nada. A diferencia de su antecesor ni ha dicho disparates ni insultado a nadie, en especial ha tenido buen cuidado de no insultar a sector alguno del catolicismo. Todo lo que dice es acertado o de un continuismo aceptable con su antecesor, pero hacer, lo que se dice hacer: dar normas, nombrar colaboradores, corregir formalmente extravíos y extraviados… nada de nada.


     Otros papas nombran en pocos días sus colaboradores al frente de los dicasterios, León XIV sigue en plan interino con los anteriores. Ni siquiera ha nombrado a su propio sustituto al frente del Dicasterio de los Obispos ni echado al pornoteólogo que está al frente de Doctrina de la Fe. Después de estar el mismo dos años al frente de un dicasterio, varios años de obispo y otros cuantos viajando por todo el mundo católico al frente de los agustinos ¿no conoce a nadie que valga para algo? ¿No conoce alguien que pueda ponerse al frente de la selección de obispos? ¿No conoce a nadie con un poco más de criterio católico, a cualquiera que se haya leído el Catecismo de la Iglesia Católica y se lo crea, para Doctrina de la Fe?
     En el Vaticano hay que nombrar gente para muchos puestos, pero hay otra serie de gente a la que se debe echar de inmediato, aunque nadie la sustituya: propagandistas de la homosexualidad, homosexuales pillados en plena faena, pederastas y otros abusadores más algún encubridor. Para echarlos no hacen falta tres meses, y si sus puestos quedan vacíos mejor la paralización que la actividad pro satánica que llevan a cabo algunos de los personajes y organismos que controlan.
     Se dirá que el Papa está muy condicionado por todo el montaje de personajes y organismos que hay en el Vaticano, por ciertos grupos de intereses, mafias y logias. En realidad son esos los que están condicionados por el Papa: los puede destituir a todos de un plumazo, puede descabezar esos grupos y el resto de miembros descubrirán repentinamente su vocación de servicio a la Iglesia asistiendo al Papa en su gobierno. Los obstáculos son grandes si no se afrontan, el enemigo es poderoso si no se le combate, pero sospecho que con un golpe de autoridad todo ese magma vaticano quedaría en muy poca cosa.
     En la santa tarea de poner orden en el Vaticano, de ponerlo al servicio de Dios y de su Iglesia, está claro que el Papa tendría todo el apoyo de lo Alto –si pone manos a la obra- y buena parte de ese apoyo llegaría por mediación humana, por medio de los muchos eclesiásticos fieles y con preparación –siguen existiendo en la Iglesia- que apoyarían con entusiasmo, con el sacrificio de sus proyectos personales y modos de vida, a un Papa que los llame a colaborar quitándoles de encima a todo ese montón de inútiles y traidores que impiden lo que debiera ser el normal funcionamiento de la Iglesia, siempre perseguida, siempre herida por los pecados de sus miembros, pero ¡hombre, no tanto! No hay porqué poner y mantener sodomitas y sodomitófilos en altos cargos una vez que han enseñado la patita.
     Si de la selección de personal pasamos al terreno de las normas y el magisterio las cosas se ponen más difíciles, lo comprendo; si no nos enfrentamos a nombrar personas decentes para los cargos vaticanos, enfrentarnos a desautorizar normas y doctrinas del antecesor es todavía más difícil, mucho más difícil y delicado. Siempre lo ha sido. Pero hay cosas del anterior Papa que no se pueden dejar como el las dejó: bendecir uniones homosexuales es algo blasfemo, animar a los adúlteros a comulgar es algo sacrílego y, ya puestos, privar a los files de los beneficios de una muy buena y muy santa liturgia es erróneo e injusto. Con la delicadeza que quiera, quizás con algún circunloquio, León XIV tiene que hacer frente a esos errores del anterior papado y con urgencia, pues se trata de la salvación o condenación de los apresados por el Diablo a través de algunos documentos perversos. Son muchos los hombres que cada día tienen que presentarse al Juicio.

Oremus pro Pontifice nostro Leone. Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat eum in animam inimicorum eius.
Deus, omnium fidelium pastor et rector, famulum tuum Leonem, quem pastorem Ecclesiæ tuæ præesse voluisti, propitius respice: da ei, quæsumus, verbo et exemplo, quibus præest, proficere; ut ad vitam, una cum grege sibi credito, perveniat sempiternam. Per Christum, Dominum nostrum. Amen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son leídos antes de publicarlos.