¡Ay de los que ven gris!

Mis condolencias a los que vean algo gris,
en esta composición únicamente se empleó
blanco y negro.

     Al final, cada uno de nosotros irá al Cielo o al Infierno. Nadie tendrá una eternidad gris.
     Somos pecadores, pero no desasistidos de la Gracia de Dios, por lo que en nuestras vidas hay blanco y negro, no gris. Hay bien en el que debemos perseverar y pecados de los que hemos de arrepentirnos.
     Es posible que en nuestra vida, y más en las de otros sobre los que tenemos menos elementos de juicio, haya aspectos que no logramos valorar: nuestro raciocinio y visión de las cosas es limitada, pueden faltarnos conocimientos de Moral católica, el pecado nos hace más torpes en discernir… pero de ahí a decir que nos hallamos ante algo intrínsecamente gris hay un abismo. No hemos logrado distinguir blanco de negro y, posiblemente, lo consigamos con ayuda de los pastores que son fieles a las enseñanzas multiseculares de la Iglesia. Para eso puso Nuestro Señor pastores en su Iglesia.
     Escribo esto hoy, fiesta de la Cátedra de San Pedro, el que fue encargado por Cristo de confirmar a sus hermanos en la fe.

¡Qué fácil es ser buen pastor!

Monseñor Aguer

     En tiempos de confusión, dejarse llevar por la corriente y servilismo hacia el que manda es fácil destacar en sensatez, firmeza en la fe, acierto en el mandar y esas cosas. Fácil intelectualmente; no hacen falta muchas luces, grandes estudios ni recibir una especial inspiración divina; con haber asimilado bien el catecismo es suficiente. Lo difícil es resistir la tendencia dominante y estar dispuesto a sacrificar la posible carrera eclesiástica, arriesgarse a ser jubilado prematuramente y, mientras tanto, ampliamente ninguneado e insultado. La prueba a pasar es la de la fidelidad, no la de la sabiduría humana que a tantos hincha.