martes, 6 de julio de 2021

Peregrinación de Oviedo a Covadonga

     Nuestra Señora de la Cristiandad parece ser un grupo de laicos piadosos y, como tales, saben apreciar las formas de culto tradicionales, la práctica tradicional de los sacramentos, la necesidad de las manifestaciones públicas de fe y otras cosas que horrorizan a nuestros progresaurios eclesiales. Su muy acertada interpretación católicas de los signos de los tiempos –que son como para echar a correr- les ha decidido a organizar una peregrinación a pie de Oviedo a Covadonga, entre los días 24 y 26 del corriente mes, según el estilo de la que desde hace años se dirige de París a Chartres.
     La peregrinación saldrá de la catedral de Oviedo, previa celebración de una misa; para ser más precisos, previa celebración del Santo Sacrificio de la Misa según la Forma Extraordinaria del Rito Romano a las 7 de la mañana.
     Será cosa digna de ver. Una catedral, cuyos responsables prefieren que les saquen una muela antes que pasar por que se celebre en ella según la Forma Extraordinaria, acogiendo una de tales misas solemne con su celebrante y hasta unos veinte sacerdotes asistiendo en el oficio de diácono, subdiácono, maestro de ceremonias y lo que haga falta. Los fieles asistentes (sospecho que bastante más fieles de lo habitual en número y fidelidad) pueden llegar a los seiscientos. Añado, para mayor horror progre, que los fieles recibirán la comunión de rodillas y en la boca.
     El resto de los días de la peregrinación van a ser del mismo tenor litúrgico. ¡Tiemblen los enemigos del latín en la Iglesia!
     Mis ánimos a los de Nuestra Señora de la Cristiandad. Si las cifras no alcanzasen lo esperado o fallan algunas cosas, tranquilos; lo que consigan hacer será bueno, bien orientado, constructivo para la Iglesia y ordenado a la salvación.