viernes, 22 de enero de 2021

Tronar o venir a menos

     Cuando era niño oía comentarios sobre familias tronadas y venidas a menos. Ahora no escucho esas expresiones, pero la realidad que encierran sigue vigente y en ocasiones se nos presenta la disyuntiva entre tronar o venir a menos.
     Una familia tronada y una venida a menos son casi lo mismo, familias que fueron ricas y perdieron patrimonio e ingresos. La diferencia está en la actitud que tomaron a medida que sus economías fueron mermando: las tronadas siguieron gastando y manteniendo sus pretensiones hasta el desastroso final, las venidas a menos fueron adaptando su vida a sus menguantes posibilidades hasta alcanzar un nuevo equilibrio económico en un nivel más modesto. Las familias tronadas podían acabar rotas –una tía abuela mía se enteró de la ruina cuando su marido desapareció dejándola en la miseria con varios hijos-, totalmente desacreditadas en lo social y mercantil, hasta sin casa y algunas veces en la cárcel. Las familias venidas a menos pueden conservar parte de sus relaciones sociales y algunos bienes de su época de esplendor, cosas como una muy buena casa que en su estado decaído ya no podrían comprar, pero como no dejaron deudas ni estafaron a nadie y sus menguados ingresos alcanzan para el mantenimiento ordinario, pueden seguir viviendo en ella.