sábado, 26 de junio de 2021

Obispos o agradaores

     Los agradaores se dedican a acariciar los oídos de sus señoritos y hacerles pequeños servicios, que se encuentre cómodos y con su vanidad bien satisfecha. Los mejores se anticipan y van más allá de los deseos de los señoritos, pero con algún grado de contención para evitarles el ridículo. En el agradaor se mezclan el beneficiarse de la benevolencia del agradado y la inclinación natural o adquirida con el ejercicio.
     Los obispos deben enseñar el camino estrecho que lleva al Cielo. Están al frente de una porción del Pueblo de Dios a la que tienen que apartar de los errores y proteger de los que hacen daño a ese Pueblo. Ser obispo fiel y hacer amigos es difícil, desagradará a los enemigos de Dios que se convertirán en enemigos personales del obispo.
     En nuestra misma España y hace menos de un siglo algunos obispos fueron mártires (memoria histórica de la buena). Nadie recuerda un agradaor mártir. Seré mal pensado, pero veo a muchos de nuestros obispos muy lejos del martirio, como corresponde a un híbrido entre agradaor y general de cierto país sudamericano, militares de los que se decía que antes morirían de parto que en combate.