Una epidemia acabó con tres miembros de la misma familia en poco tiempo; en el velatorio de tercero uno de los vecinos exclamó: «¡Si conforme entra por la casa entra por la cuadra!», y ese dicho fue recordado en el pueblo.
Para los que no sepan de la vida y la pobre subsistencia de las familias campesinas de Asturias hace poco más de un siglo, aclararé que la pérdida de tres miembros de la familia era muy dolorosa, pero se solía resolver con oraciones y piadoso entierro; la vida continuaba para los supervivientes sin necesidad de las aparatosas «construcciones del duelo» de las que ahora hablan los psicólogos. La pérdida del ganado que se guardaba en la cuadra, generalmente un número muy pequeño de vacas y terneros, era cosa que podía dejar en la miseria a la familia; por aquel entonces había que ser relativamente acomodado para tener más de tres vacas y su pérdida podía llevarles al hambre, frecuentemente paliada por la caridad de los vecinos.
jueves, 16 de abril de 2020
viernes, 3 de abril de 2020
Introducción de novedades en la Forma Extraordinaria
Catedral bombardeada de Colonia, celebración de misa a prueba de bomba. |
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