martes, 14 de julio de 2015

Homilía dolida con las cosas que dice el Papa Francisco

Imagen de la vida idílica de los pueblos
originarios de América antes de que los
malvados españoles lo estropeasen todo.
     A muchos católicos nos causan cierta desazón dichos desafortunados del Papa Francisco; también algunos silencios muy desafortunados. Este Papa es muy aficionado a juzgarlo todo –menos a un homosexual– desde sus particulares concepciones ideológicas, sin reparar en que su papel en la Iglesia es iluminarnos en materias de fe y conexas. Si el Papa Francisco arrastra, de su etapa de Jorge Mario Bergoglio, la concepción de que en cierto proceso histórico fue todo negativo y en otro todo luz brillante es su problema, pero no tiene utilidad religiosa alguna que nos lo transmita en sus predicaciones.
     Que el actual Papa, en mucho de lo que dice, habla movido por sus prejuicios privados queda claro en una de sus respuesta a los periodistas durante el reciente vuelo de Paraguay a Roma, como puede leerse en http://www.religionenlibertad.com/el-papa-senala-que-espinal-era-marxista-y-su-crucifijo-arteprotesta-43753.htm
     «Y ahora el tema de Grecia. Tengo una gran alergia a la economía. Mi papá era contable. Cuando no terminaba el trabajo en la fábrica se lo traía a casa y se pasaba el sábado y el domingo trabajando. Veo a mi padre y me da alergia. No entiendo bien. Sería simple decir que la culpa es sólo de esta parte. Los gobernantes griegos que han llevado adelante esta situación de deuda internacional también tienen una responsabilidad.» Reconoce que tiene alergia a la economía, que no la entiende (si le tiene alergia y no la entiende es obvio que carece de conocimientos y objetividad) pero la verdad es que no para de hablar de economía. ¡Hay que ser! Comprendo que un niño se enrabiete contra las cosas que le privan de estar más con su padre, de tener más tiempo para jugar con él; pero Su Santidad ya tiene una edad.
     Un sacerdote, que tiene su propia visión histórica y no quiere que los fieles confundan valoraciones privadas de quien ahora es Papa con valoraciones oficiales de la Iglesia, ha comentado en su homilía del pasado domingo algunos aspectos de la historia de Hispanoamérica. Sus palabras pueden oírse en https://drive.google.com/file/d/0B4DPx76bE3GNTmxDUW5tVDRTQTg/view?usp=sharing
     Para el que no quiera escuchar la grabación entera:
     - Hacia el minuto 3:40 comienza a glosar la vocación misionera de España.
     - Hacia el minuto 7:35 comenta lo dicho por el Papa Francisco en su reciente viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay, presentando como totalmente negativa la conquista española y totalmente positiva la independencia de los países de Hispanoamérica.
     - Hacia el final, antes de la bendición, parafrasea un pasaje del teólogo Melchor Cano, concretamente uno contenido en el capítulo V de su obra «De locis theologicis»: «Nunc illud breviter dici potest, qui summi Pontificis omne de re quacumque iudicium temere ac sine delectu defendunt, hos sedis apostolicae auctoritatem labefactare, non fovere; evertere, non firmare. [...] Non eget Petrus mendacio nostro, nostra adulatione non eget.» Esta obra puede consultarse en http://www.documentacatholicaomnia.eu/03d/1509-1560,_Cano_Melchior,_De_Locis_Theologicis,_LT.pdf
     Lo de los doscientos cincuenta mil sacrificios humanos anuales de los aztecas, que el predicador menciona, me parece poco verosímil. Dadas las cifras de la población hace siglos, muy inferiores a las actuales, y la elevada mortalidad por causas naturales, añadir otros doscientos cincuenta mil muertos anuales habría llevado la población a la extinción. Mírense las similitudes entre aztecas del siglo XVI y españoles del XXI, ambos estados promueven los sacrificios humanos prestándoles cobertura ideológica, asistencia legal y logística. En España, con unos cuarenta y seis millones de habitantes y algo más de cien mil sacrificios anuales sufrimos un gran envejecimiento de la población y las previsiones son de descenso del número de habitantes en las próximas décadas; doscientos cincuenta mil sacrificios anuales en una población bastante menor habrían sido puro suicidio demográfico.
     Ese ritmo de sacrificios humanos, 250000 anuales, 684 diarios, me parece logísticamente imposible para una civilización tecnológicamente tan atrasada que no conocía la rueda ni tenía animales de tiro. Conseguir cada día 684 víctimas y deshacerse de 684 cadáveres, ¡uf, qué trabajo! Los nazis lograron cifras mucho más altas pero sobre la base de una civilización industrial ya muy avanzada y una población muchas veces mayor.

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