martes, 4 de noviembre de 2014

A propósito del Sínodo: no todos han doblado la rodilla ante Baal

     Las cosas van muy mal en el mundo y en la Iglesia, en lo que me queda cerca y lo que está lejos, en los de abajo y en los que arriba debieran orientar a los demás. En medio de tanta ruina moral y apostasía religiosa siempre me consuela el episodio del profeta Elías, en 1 Re 19, que se quejaba de la situación, con más razones que yo pues él era perseguido, y recibió la respuesta “Dejaré un resto de siete mil en Israel: todas las rodillas que no se doblaron ante Baal y todas las bocas que no lo besaron”. O sea, que aunque las cosas iban muy mal seguía habiendo muchos que eran fieles al verdadero Dios y hoy las cosas no son diferentes, aunque el aspecto que presenta nuestro tiempo es de lo peor.
     Hay un goteo continuo de pronunciamientos, que me alegra la vida, contra los errores que se han manifestado en el reciente Sínodo o alrededor de el; eclesiásticos importantes que no han doblado la rodilla ante Baal.
Monseñor Paglia
     El presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Mons. Vicenzo Paglia, en el reciente XVI Congreso Católicos y Vida Pública dijo muchas cosas sensatas, entre ellas que “Los documentos del sínodo no sirven para nada, el único resultado que vale es la primavera de las familias.” No sé muy bien que será eso de la primavera de las familias pero de los documentos de este sínodo lo mínimo que se puede decir es que son inútiles, puede que sean dañinos. A propósito de esta conferencia de Monseñor Paglia algunos le critican alegando que hace poco tiempo tenía otra postura; si es así a mi felicitación por sus actuales aciertos añado la correspondiente por haber salido del error.
     El cardenal Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en declaraciones a un medio polaco, dedicó algunas palabras a los obispos que si no es acusarlos de doblar la rodilla ante Baal se parece mucho: “Desafortunadamente, hay representantes de la Iglesia, e incluso obispos, que se han permitido ser cegados, de alguna manera, por una sociedad secularizada, la cual les ha influenciado tanto que les ha hecho perderse el meollo de la cuestión o los ha sacado de las enseñanzas de la Iglesia basadas en la Revelación. Ellos empiezan a pensar acerca de las diferentes posibilidades, si es o sería posible, olvidando el fundamento... quizás sugiriendo algunas soluciones cuestionables en algún asunto comprometido, en situaciones difíciles en las que la gente se puede encontrar, quizás guiados por el deseo de ayudar a otro ser humano...”
Cardenal Müller
     La claridad del cardenal Müller en temas en que el Sínodo no lo ha sido supera los criterios más exigentes, bastan otros dos ejemplos:
     “Hay un montón de medios pero sólo hay un mediador, que es Jesucristo y su Evangelio. Por lo tanto, la palabra de Dios no puede ser ignorada de ninguna manera y no se puede ceder en ninguna parte. Se debe aceptar totalmente. La Iglesia, ni antes, ni durante, ni después del Sínodo puede cambiar lo que viene de la enseñanza de Cristo. Respecto al matrimonio, éste está definido, ante todo, por las palabras: «lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».”
     “Pero hay que decir con claridad que la Iglesia ha juzgado negativamente los actos homosexuales. ¡Tomar parte de un acto homosexual no es aceptable! Y la Iglesia nunca abandonará esa valoración. Son contrarios a la ley natural y es un pecado.”
     El mundo da amplia publicidad en sus abrumadores medios de comunicación a los que adoran los baales modernos, pero lo único que vale es ese resto que Dios se reserva, ese goteo de eclesiásticos haciendo declaraciones conformes a la verdad católica. Escuchémosles.

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