Templo de Santa María del Azogue en Valderas. |
Al llegar la campana repicaba a muerto, buena manera de ambientarse que en las ciudades ha desaparecido.
Entré en el templo de Santa María del Azogue, limpio, cuidado y con varios retablos antiguos, el del altar mayor de cierto interés, todo lo cual causa buena impresión. Debe tenerse en cuenta que en esa zona la, por el momento, última persecución religiosa en España no arrasó gran parte del patrimonio artístico, como en Asturias, y es fácil encontrar obras notables en cualquier pueblo. Pero lo mejor del templo era lo fresco que estaba en un día tan caluroso; me recordó todos esos pasajes de la Escritura en que Dios da descanso, frescura y sombra a los suyos.