lunes, 14 de julio de 2014

Otro tropiezo del Papa

     No entiendo la manía del Papa Francisco de conceder entrevistas, conversaciones o lo que sea al periodista apóstata Eugenio Scalfari. O el Papa se pasa de listo, o yo me paso de tonto o los caminos del Señor son inescrutables.
     Hace más de nueve meses ese mismo periodista tuvo otra entrevista con el Papa y sin haber grabado, ni tomado notas ni posterior revisión por parte de Su Santidad o colaboradores, publicó una cosa que calificó de entrevista en la que citaba como palabras del Papa lo que él creía recordar o le interesaba recordar, pues lo publicado correspondía a las obsesiones particulares de Scalfari más que a lo que pudiese decir Francisco o sea doctrina de la Iglesia.
     Hoy me encuentro con una nueva edición de lo mismo. Al leer las primeras noticias creí que algún medio digital se había confundido y sacado la entrevista de hace meses como asunto de actualidad (algunas veces se equivocan y ponen cosas muy atrasadas como si fuesen recientes) pero comprobé con asombro que se trata de un claro caso de doble reincidencia: el Papa Francisco le había concedido otra entrevista y Scalfari había hecho lo mismo con esta que con la anterior.
     Me parece bien que el Papa quiera hablar con toda clase de gente, incluidos apóstatas, agnósticos y ateos. Saber por donde van sus pensamientos y como ven el mundo es bueno; tratar de alcanzar una comprensión de estos fenómenos tan extendidos en nuestros días, seguramente más que en cualquier otro periodo histórico, es un completo acierto. Pero cuando uno quiere entrar en el mundo de las ideas, conocer en profundidad, ha de trabar contacto con personas que tengan ideas y profundidad, no con zascandiles. Un individuo como Eugenio Scalfari que demuestra, ya con la primera entrevista, su falta de probidad intelectual y nivel moral no es la persona adecuada para que ni el Papa ni yo profundicemos en estos temas. ¿No puede encontrar el Papa Francisco interlocutores más discretos, de mejor nivel? Seguro que sí, y si no que pida consejo a Benedicto XVI que siendo cardenal dialogó con Habermans.
     Creo que en este caso y en aquellos otros en que hace declaraciones poco cuidadosas y fáciles de torcer por parte de los medios de comunicación adversos a la Iglesia (casi todos) el Papa Francisco peca de falta de consideración para con los fieles. Bastantes problemas tenemos para permanecer en la fe católica con todo el ambiente hostil, todas las modas y consignas ideológicas que nos corroen, todos los sacerdotes y monjas teólogas que traicionan a la Iglesia y su doctrina, para que nuestros enemigos también puedan apoyarse en unas palabras del Papa mejor o peor pronunciadas, interpretadas y retorcidas. Y lo que a los simples fieles nos supone gran inconveniente para los sacerdotes, que han de lidiar con lo mismo y mucho más, en su tarea pastoral tiene que ser demoledor.
     ¡Por caridad, Santo Padre! Imite a sus predecesores: encíclicas, predicaciones solemnes y poco compadreo con personas indiscretas, periodistas y zascandiles, valga la redundancia. No vayan a sentir algunos la tentación de pensar, que los malos pensamientos se vienen cuando quieren y se marchan con dificultad, aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres”.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo y lo que más me preocupa es DIME CON QUIEN ANDAS Y TE DIRÉ QUIEN ERES. Es la frase que vino a mí cuando supe que otra vez se junto en con él_

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