viernes, 20 de junio de 2014

Atractivos del catolicismo para los coreanos

Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Lc 13,29
     Hace años que leo en publicaciones católicas sobre el avance de la evangelización en Corea del Sur y el estancamiento en Japón. En este último país hay un 0,35% de católicos mientras en Corea del Sur ese porcentaje ya supera el 10% cuando era del 0,5% en 1960.
     En un artículo reproducido en http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=36157 del padre Piero Gheddo se resumen las diferencias entre esos dos países y los aspectos que hacen triunfar al catolicismo en Corea del Sur. Lo comento pues me parece que concuerda con las noticias de todos estos años y las sistematiza.
     La generalidad de los japoneses no tiene una religión muy definida en los términos en que podemos entender eso en España; combinan las influencias del sintoísmo que considera al hombre como un elemento más de la naturaleza, el confucionismo con su visión estática de la sociedad en que es esencial la obediencia y permanecer cada uno en su sitio y el budismo que aprecia muy poco las ideas personales consideradas como ilusiones perniciosas.
     En Corea, tras la guerra que llegó a un alto al fuego en 1953, se optó por reconstruir el país sobre la base de un sistema educativo moderno que arrinconó los tradicionales esquemas confucianos e hizo a la gente mucho más permeable a ideas como el valor de la persona, la democracia o el cristianismo. El propósito era formar a la población para poder salir de la miseria en que se hallaba el país, y resulta evidente que se consiguió, pero de paso cambiaron las ideas. ¡Qué contraste con las reformas de España! Aquí se hacen para degradar los niveles de esfuerzo e introducir perversiones morales como la ideología de género, en cambio en Corea una reforma acertada ha facilitado a las personas adquirir conciencia de su dignidad.
     Mientras los católicos aumentaban del 0,5% al 10% -también aumentaron mucho los protestantes- Corea del Sur pasaba de la miseria postbélica al enorme desarrollo actual, a ser una potencia económica cuyas producciones y renta per cápita son similares a las de España y hasta puede que algo mayores (en estas cifras siempre hay distintos criterios de cálculo). Pero se da otra cosa muy interesante: las conversiones de los coreanos se dan en su gran mayoría en las ciudades y entre profesionales, estudiantes, artistas, políticos y militares, también entre los de alto grado; es decir entre los mejor situados económica, social y culturalmente. Toda una demostración palpable de que riqueza y materialismo no van de la mano; el que es materialista lo es porque le da la gana.
     Llevamos décadas oyendo hablar de la opción preferencial por los pobres, que los pobres están más abiertos a Dios, que los pobres nos evangelizan... Pues en Corea del Sur el atractivo de Cristo y su Iglesia crece a medida que crece la riqueza del país y, dentro de esa prosperidad general, entre los más ricos. En el Nuevo Testamento aparece con claridad la atención preferente de Cristo a los pobres, pero también bastantes casos de personas de buena posición que lo acogieron y eso debería curarnos de poner límites a la acción de Dios por razones de clase social. ¿No habrá más resabios marxistas que espíritu evangélico en algunas de las cantinelas eclesiásticas sobre los pobres? Además puede que se esté repitiendo el error de aquellos que en los primeros tiempos querían limitar la Iglesia al judaísmo y fueron reticentes a integrar a los paganos; querían encerrar a Dios en un grupo definido por la herencia religiosa y los de ahora en otro definido por límites socioeconómicos. El mismo error con distintos adornos.
     En España tenemos cierta experiencia de lo mismo respecto a pobres y ricos. En siglos pasados, incluso en décadas anteriores a la debacle postconciliar, las regiones más ricas de España eran Vascongadas y Cataluña, zonas muy pródigas en vocaciones y hasta en santos fundadores. Regiones más sureñas y pobres se caracterizaban, entre otras cosas, por un nivel de práctica religiosa considerablemente menor pese a lo vistoso de sus manifestaciones de religiosidad popular.
     El padre Piero Gheddo resume en cinco puntos lo que hace el cristianismo más atractivo, para los coreanos, que el confucionismo y el budismo. Un breve enunciado de cada punto y mi comentario permite observar lo diferentes que se ven las cosas en Corea y en Europa Occidental.
     1) La idea de igualdad de todos los seres humanos creados por el mismo Dios, en clara oposición a la idea de Confucio de que la mujer es un hombre malogrado.
     Vistas así las cosas no debe extrañar que entre los católicos surcoreanos las mujeres sean más del 58%. Frente a este descubrimiento de la dignidad de todos los seres humanos la mayor preocupación en nuestra área cultural es la ordenación de las mujeres mientras se atribuye a la Iglesia, con un fundamento que las surcoreanas parecen incapaces de ver, toda discriminación sufrida por las mujeres a lo largo de toda la historia.
     Este atractivo del Evangelio para las mujeres no es nuevo, ni tampoco el ya mencionado atractivo para las clases más acomodadas. Rodney Stark, que se declara más agnóstico que otra cosa, en sus estudios sobre sociología de la religión concluyó que uno de los factores del éxito del cristianismo en los primeros siglos fue, precisamente, la buena consideración en que tenía a las mujeres y que el cristianismo no fue sólo un movimiento propio de desheredados, esclavos y masas depauperadas de Roma, sino que se encontraba también establecido en las clases medias y altas; se difundió antes en las ciudades, donde vivían los más acomodados, que en el campo, donde se hallaban los más pobres. Justito, justito como en Corea del Sur, pero amarrados a perezas mentales y esquemas que parecen como hechos por enemigos nos pilla por sorpresa el que vuelva a ocurrir lo que ha ocurrido siempre.
     2) Tanto católicos como protestantes fueron muy activos contra la dictadura militar de 1961 a 1987, actuaron muy a favor de los derechos humanos y el establecimiento de la democracia, mientras confucianismo y budismo promovían la obediencia a la autoridad constituida.
     En España los rojos matan a miles de sacerdotes, luego Franco es introducido bajo palio en los templos, y ahora los rojos dicen que ellos no hicieron nada ni tuvieron la culpa de nada, que el único malo de la historia es la Iglesia por llevar bajo palio al que frenó su exterminio. Cosas de la propaganda, cosas de Satanás padre y príncipe de la mentira.
     Allí donde ha podido, donde ha tenido algún margen de actuación, la Iglesia siempre eleva la dignidad de los seres humanos, les da conciencia de sus derechos y deberes y de la subordinación de las autoridades al bien común.
     3) Un Dios personal que se revela resulta mucho más atractivo que las creencias tradicionales que no llegan, ni siquiera, a la categoría de religión ni aportan una idea precisa de lo divino, son más bien sistemas de sabiduría humana y de vida.
     Mientras en los países occidentales penetran toda serie de orientalismos y vaguedades religiosas, mientras muchos se resisten a tratar con personas divinas perfectamente definidas y prefieren hablar de energías, fuerzas cósmicas, espiritualidad sin religión y variadas tonterías, los surcoreanos quieren saber con quién hablan cuando rezan. Hablar solo o hablarles a cosas inanimadas no es señal de la mejor salud mental, hablar con personas conocidas tiene más sentido. Occidente está bastante enfermo y los surcoreanos gozan de mejor salud.
     4) Católicos y protestantes han construido gran cantidad de escuelas y universidades, hay doce católicas, consideradas las que dan mejor educación a los jóvenes.
     El que en países mayoritariamente paganos los centros educativos católicos tengan gran prestigio y sean la meta de muchas familias que ni son cristianas ni piensan en convertirse es de lo más corriente. Algo pasa con el Evangelio que cuando inspira a un centro educativo y a sus profesores da buenos resultados aunque la única pretensión de los alumnos sea estudiar el bachillerato. ¿Qué mecanismos conducen de la fe en Dios Uno y Trino, en Nuestro Señor Jesucristo como único salvador y en que el hombre ha sido creado para dar gloria a Dios a los buenos resultados académicos y la mejor formación integral de la persona? No lo sé, quizás el conocer la Verdad ayuda a conocer y transmitir verdades de menor rango.
     Es notorio el contraste con España, donde se combate la enseñanza católica. Aunque la verdad es que sus enemigos ya no tienen que combatirla mucho porque gran parte de las órdenes religiosas que se encargaban de ella han traicionado a la Iglesia y entregado sus colegios a todos los errores, ideologías de género y nacionalismos de turno. Pese a todo bastantes familias españolas, y no siempre muy católicas, siguen prefiriendo colegios católicos; será porque conocen los estatales.
     5) Corea del Sur es un país evolucionado y rico en el que las antiguas religiones no dan respuesta a los problemas de la vida moderna, de una forma de vivir y pensar nacida en un Occidente enraizado en la revelación de Dios en Cristo.
     Esta visión coreana de la adecuación del Señor, su Iglesia y su mensaje a las necesidades de la vida moderna son una refutación para los autosuficientes, tan abundantes entre nosotros, que dicen que la ciencia acaba con la religión pues esta simplemente cubría con mitos las lagunas de la ignorancia, o que la religión es un consuelo para los pobres con promesas de que todo lo mal que lo pasan en este mundo lo pasarán bien el el futuro, etc. No. El hombre necesita a Dios; el aumento de riqueza, cultura, ciencia y tecnología, espectacular en Corea del Sur, no cambia nada fundamental en la condición de la criatura humana, si acaso despierta más vivamente la conciencia de sus necesidades trascendentes a los que no se quieren atontar voluntariamente. Digamos que cuando uno no tienen que preocuparse de qué comerá puede, si no se encierra, dedicar más tiempo a preocupaciones más elevadas.
     Occidente abandona sus raíces, España a toda velocidad, y otros recogen y ponen en un pedestal lo que aquí se desprecia y pisotea. Jesús nunca dijo que su Iglesia perduraría en Occidente, dijo que perduraría pero no dónde. Tanto vacío, tanta falta de sentido, tanto deambular por la vida sin destino... la respuesta la tenemos a mano, más a mano que los de Corea por nuestra larga tradición cristiana, pero si abandonamos a Dios ni Él nos salvará sin nuestra cooperación.

En la web de la Conferencia Episcopal de Corea http://english.cbck.or.kr/ pueden encontrarse muchos más datos sobre el desarrollo de la Iglesia en ese país. En la portada de esa web ya aparecen los 103 mártires coreanos canonizados, que algo tendrán que ver en los progresos del Evangelio, en la de la Conferencia Episcopal Española no.

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