martes, 23 de septiembre de 2014

Estos gobernantes que tenemos ¿de verdad serán el mal menor?

Plan de protección a la
familia de Mariano Rajoy.
     ¡Por fin! Mariano Rajoy ha reconocido que no quiere hacer nada en materia de aborto ni de ninguna otra cosa de trascendencia moral; que Rodríguez Zapatero tenía toda la razón estableciendo el aborto como derecho, el no menos imprescindible derecho a casarse personas del mismo sexo o al divorcio velocísimo y a todo lo demás.
     Claro que sería totalmente injusto pensar de Mariano Rajoy, quien alguna vez ha declarado ser católico pero no ir a misa, que carece de principios morales sagrados e inamovibles: su conciencia no admite que las madres de 16 y 17 años asesinen a sus hijos no nacidos sin permiso de los abuelos de la víctima y va a legislar en ese sentido. Ya lo saben todos, Mariano Rajoy no es nada laxo en materia de aborto, no tolera abortos de hijos de menores de edad si no hay complicidad de los abuelos.
     El proyecto de reforma de la regulación del aborto, con el que se ha estado mareando la perdiz desde el inicio de esta legislatura, no tenía trascendencia práctica. Contenía una tímida mejora, en lo teórico, al pasar el aborto de ser un derecho a ser esa ridícula cosa que llaman delito no punible (Si es delito ¿porqué se deja sin castigo? Si no es punible ¿porqué dicen que es delito?) pero con los diversos supuestos en que permitía abortar, incluso estaban preparando una lista de hasta treinta defectos o dolencias del no nacido como justificaciones para matarlo, el número de abortos apenas disminuiría, y hasta podría aumentar fácilmente.
     Semanas atrás leí a algún autor católico que consideraba preferible que el proyecto de ley, ahora desechado por Mariano Rajoy, no saliese adelante. A efectos prácticos era tan malo como la ley vigente y podía producir confusión entre los católicos o en otras personas acerca de la postura de la Iglesia sobre el aborto. Argumentaba el autor que la oposición de la Iglesia a las leyes abortistas de 1985 y 2010 había sido totalmente clara, mientras que ahora, al tener que reconocer la nueva ley del aborto como menos mala que la anterior, en algún sentido, habría personas un tanto confusas sobre si la Iglesia se oponía al aborto o admitía el aborto regulado de la nueva manera.
     Quizás como consolación para los provida, a ver si protestan menos, Mariano Rajoy dice que pondrá en marcha un plan de protección a la familia ¿queda algo que proteger? Entre divorcio, convivencias sin matrimonio ni cosa que lo imite, bajísima natalidad, aborto, cortapisas a los padres para educar a sus hijos, etc. no queda mucho que proteger. Se podría proteger volviendo del revés toda la legislación al respecto, pero si no se quiere cambiar ni en lo más criminal ¿qué se puede proteger? Ni siquiera cabe una seria protección económica en la actual situación ruinosa. Será curioso ver ese plan, si es que llega a existir.
     Ahora que lo pienso, quizás la protección a la familia venga por el lado de fortalecerla con eso de que las menores de edad no puedan abortar sin implicación de sus padres, ya se sabe que la familia que aborta unida permanece unida, o esa debe ser la actualización que hace Rajoy del antiguo “la familia que reza unida permanece unida”.

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