martes, 15 de abril de 2014

Crónica de la Misa Crismal

     En la diócesis de Oviedo ya es costumbre celebrar la Misa Crismal el Martes Santo, y así ha sido hoy a las 11 de mañana en la Catedral.
     En la procesión de entrada conté tres diáconos, ciento cuarenta y seis presbíteros y dos obispos. No puse tanto cuidado en contar los fieles pero no éramos muchos más que los presbíteros, no llegábamos a doscientos; la Catedral estaba bastante vacía.
     Aunque tenemos un presbiterio envejecido, en las procesiones de entrada y salida me dio una impresión más joven que otros años. O el frío dejó a los más viejos en casa, o yo al hacerme viejo veo a los demás más jóvenes, o de verdad hay cierto rejuvenecimiento del presbiterio por alguna vía que no conozco. El obispo emérito, D. Gabino Díaz Merchán, no acudió por su delicada salud y estar el día frío.
     La ceremonia transcurrió bien, con dignidad, bien preparada y llevada. Me gustó especialmente la actuación de los diáconos que sabían desempeñar muy bien su oficio; pero en general todo el mundo sabía qué hacer y dónde ponerse. Al solista le falló la voz al Gloria, pero por lo demás toda la música y el canto estuvieron bien. Un acierto a destacar fue el de los portadores de los óleos, en esta ocasión diáconos y acólitos debidamente revestidos e instruidos, en vez de los laicos improvisados de otros años.
     Nuestro Arzobispo, D. Jesús Sanz Montes, pronunció un sermón de poco más de trece minutos dirigido a los sacerdotes, cosa lógica en esta celebración, de gran dulzura y afecto hacia ellos. No es que el nuestro sea un obispo feroz, pero aun así me sorprendió su dulzura. Hasta ahora D. Jesús no ha sucumbido a la imitación servil del Papa, seguramente ha sido siempre un buen católico obediente a todos los papas y ahora no siente la necesidad de mostrar especiales fervores, por lo que predicó con mitra y dijo “¿A qué tenemos que oler los sacerdotes? Tenemos que oler a Cristo.”

El Arzobispado ha colocado fotografías de la celebración en https://www.flickr.com/photos/arzobispadodeoviedo/sets/72157643994133614/

Las mías, al pie, no son tan bonitas, las obtuve después de terminada la misa y en algunas de ellas hay más presbíteros de lo que parece, lo que pasa es que van de incógnito; su sentido de la identidad sacerdotal no alcanza ni para el día en que renuevan las promesas sacerdotales ¡cómo será el resto del año!





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