sábado, 24 de mayo de 2014

Buenas noticias sobre excomuniones

     Estamos muy acostumbrados a que nuestros pastores hablen sobre generalidades piadosas y no se comprometan diciendo esto sí y esto no. Los obispos de Innsbruck y Springfield han hecho frente a su responsabilidad declarando algunas excomuniones latae sententiae por cuestiones relativas al sacerdocio: simular la celebración de misas y hacerse ordenar sacerdotisa.
     En todo pecado lo mejor es que los pecadores nos arrepintamos, pidamos perdón a Dios y nos pasemos por el confesonario. Cuando no se alcanza lo mejor bueno es que la autoridad de la Iglesia actúe y señale los casos de gravedad con las correspondientes penas; aviso al pecador para que se convierta y orientación para los que, a Dios gracias, no han caído en lo mismo. Lo que no está bien es la tercera opción, la más frecuente, no hacer nada de nada.
     El obispo de Springfield, Thomas J. Paprocki, ha declarado la excomunión de Mary F. Keldermans porque atentó recibir la ordenación sacerdotal en una ceremonia de cierto grupo de unitarios universalistas. Hay que tener gana de buscar el sacerdocio por caminos extraños si tenemos en cuenta que los tales unitarios forman una religión sin credo, si a una cosa así se puede llamar religión, en la que no se cree en la existencia de un sacramento del orden sagrado ni por lo más remoto.
     Monseñor Paprocki es un obispo sin complejos que lo mismo declara excomuniones que preside oraciones de súplica y exorcismo por el pecado del establecimiento del matrimonio homosexual o apoya a los sacerdotes que niegan la comunión a los políticos pro aborto. Ahora que van a quedar libres importantes diócesis en España ¿no podrían prestarnos una temporada a este obispo?
     El obispo de Innsbruck, Manfred Scheuer, ha declarado la excomunión en que incurrieron Martha Heizer y su marido Gert Heizer por simular en su casa misas sin sacerdote desde hace años (la noticia no aclara si en esos simulacros utilizaban el misal de 1962 o el de 1969). El obispo ha lamentado no haber podido convencer a los esposos de cambiar de actitud, pero debemos celebrar que el dolor por el extravío de ese matrimonio no le haya impedido cumplir su deber.
     Martha Heizer preside en Austria el movimiento “Somos Iglesia” que está a favor del aborto, el sacerdocio femenino y todo lo demás que acostumbran ese tipo de disidentes. Supongo que por el mismo procedimiento canónico el obispo también habría podido declarar su excomunión por herejía.
     Al parecer estas simulaciones entran en los “graviora delicta” del Código de Derecho Canónico y la señora se dice consternada por haberla metido en el mismo saco, canónico, que a los sacerdotes pederastas. Parece que Dª Martha no tiene claro que el importante es Dios, que igual se le puede ofender haciendo daño a otro ser humano que burlándose del culto que quiere recibir aunque, aparentemente, ningún mortal resulte afectado.
     La imposibilidad de conferir la ordenación sacerdotal a mujeres fue confirmada con carácter definitivo, si es que algún católico no la tenía clara desde los primeros días de la Iglesia, por San Juan Pablo II en la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis de 22 de mayo de 1994. Estas excomuniones en su vigésimo aniversario me parecen una buena celebración.

     San Juan Pablo II, intercede ante Dios para que devuelva el buen juicio a los excomulgados, les conceda la gracia de recuperar la comunión eclesial y a todos nos libre de caer en los errores que en tu pontificado corregiste.

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