viernes, 10 de octubre de 2014

Seguimiento del Sínodo sobre la familia (IV)

     El día 8 de octubre empezó con la homilía de la Hora de Tercia a cargo del Arzobispo de Glasgow que tomó pie de la fractura producida en la sociedad escocesa por el reciente referendum sobre la separación del Reino Unido y un texto de San Pablo sobre el amor para poner a este como el fundamento de la convivencia familiar y de su restauración cuando ha habido ruptura.
     El resto de la mañana estuvo dedicada a los desafíos pastorales de la familia. Hizo la presentación el Cardenal Raymundo Damasceno Assis, Arzobispo de la diócesis de Aparecida en Brasil y Presidente Delegado del Sínodo para este día, siguiendo los desarrollos del Instrumentum laboris. También presentó a una mujer católica de Costa de Marfil, Jeannette Touré, que está casada con un musulmán y expuso su testimonio ante el Sínodo.
     Esta mujer empezó afirmando el origen divino de la familia y sus principios fundamentales de funcionamiento. Detalló una serie de tipos de familias, esos modelos de familia de los que tanto se habla ahora, para afirmar que la única que Dios quiere es la formada por hombre y mujer.
     Relató que lleva 52 años casada y todos sus hijos han recibido educación cristiana y fueron bautizados en la Iglesia católica con el consentimiento de su marido. Glosó algunos de los bienes de la familia y afirmó que una familia necesita la dedicación generosa de los esposos, la fidelidad y dejar de pensar en uno mismo. Las familias en que no están claras estas ideas y cada uno hace lo que quiere y piensa primero en sí mismo no llegan muy lejos.
     Del resto de la mañana la reseña oficial dice que se habló de la situación en Oriente Medio y Norte de África donde los cristianos están discriminados por los musulmanes y surgen muchos problemas en matrimonios mixtos, además de cristianos que se convierten al Islam para casarse y católicos que se pasan a otra iglesia cristiana para que les permite un segundo matrimonio que la Católica rechaza.
     De los divorciados vueltos a casar se dice que el sínodo deberá ocuparse del tema con la prudencia que requieren las grandes causas ¿qué quiere decir esto? Ocupémonos del tema y digamos algo concreto o no nos ocupemos, pero sin marear.
     Otro tema tratado fue el de las dificultades que suponen el desempleo y la precariedad laboral para las familias, o simplemente para formarlas. Se mencionó que la falta de dinero hace, a veces, que se le divinice y que las familias se sacrifiquen en aras de conseguirlo. Me temo que buena parte de la crisis familiar y de natalidad en España viene de esa divinización del dinero, sobre todo del bienestar y cosas materiales que se pueden conseguir con él. Si los únicos que no se casasen ni tuviesen hijos fuesen los parados y empleados precarios no estaríamos en el invierno demográfico actual.
     La sesión de la tarde estuvo dedicada a las situaciones pastorales difíciles que introdujo el Presidente Delegado diciendo que requieren un acompañamiento de la Iglesia a los implicados que viven su experiencia como una profunda herida. Las situaciones que mencionó son: la convivencia, las uniones de hecho, los separados, los divorciados, los divorciados vueltos a casar, los hijos y otros que están solos, las madres adolescentes, las situaciones de irregularidad canónica ¿no lo eran algunas de las mencionadas hasta entonces?, el acceso a los sacramentos en estos casos, la simplificación de las causas matrimoniales, la atención pastoral de las situaciones difíciles, la recepción del sacramento del matrimonio por parte de no practicantes y de no creyentes. Y siguió el  Cardenal Raymundo Damasceno Assis mencionando las uniones entre personas del mismo sexo, el reconocimiento civil de tales uniones, la valoración por las iglesias particulares ¿qué tiene que valorar cada diócesis en este caso? e indicaciones pastorales para estos casos.
     Podemos decir, sin gran miedo a equivocarnos, que esta serie de enunciados es lo que interesa del Sínodo a la mayor parte de los medios de comunicación. Si sobre ellos se dice lo que hay que decir tales medios de comunicación soltarán toda clase de barbaridades contra la Iglesia, y si tales medios manifiestan aprobación será que el Sínodo ha flojeado.
     Después un matrimonio sudafricano presentó su testimonio sobre la organización en la que trabajan y que les ayudó cuando su matrimonio iba mal.
     Entre los problemas que esa organización trata se hallan los segundos matrimonios que caen en los mismos problemas de los primeros. Creo que es un caso muy corriente romper un matrimonio, pareja de hecho o lo que sea y formar otra creyendo que los problemas se debían al anterior compañero cuando los problemas están en uno mismo.
     Una de las cosas que tratan de inculcar a los matrimonios en dificultad es que el amor es cuestión de la voluntad, no del sentimiento, así como la confianza y el perdón. Me parece muy pertinente esta idea cuando el ambiente y hasta las leyes de diversos países tratan de convertir el matrimonio en cosa de puro sentimiento, sin más consistencia ni duración.
     Entre los problemas que encuentran en su ayuda a matrimonios y otras parejas mencionaron las que se decepcionan y hasta se consideran agraviadas por no obtener de la Iglesia lo que no les puede dar, cosas como la comunión a los divorciados vueltos a casar o la nulidad de matrimonios que son válidos.
     La reseña oficial de lo tratado por la tarde dice que se considera necesario agilizar los procedimientos de nulidad matrimonial, a la vez que se ve el peligro de superficialidad y la necesidad del respeto a la verdad y los derechos de las partes. Se propone que los obispos puedan tratar en vía administrativa, en vez de judicial, los casos de nulidad que les parezcan tratables administrativamente.
     Un tanto pintoresco parece lo que se habló sobre polígamos convertidos al catolicismo que desean bautizarse. Me parece que mucho de lo que se puede hacer a este respecto ya se halla en el Código de Derecho Canónico, canon 1148.
     También se dijo que respecto a los divorciados vueltos a casar es importante evitar cuidadosamente dar un juicio moral, hablar de estado permanente de pecado. Pienso yo que, con todo respeto a que la conciencia de cada uno solamente la conoce Dios, algún día habrá que decirles que su situación es, objetivamente, de adulterio.

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