lunes, 20 de octubre de 2014

Un cardenal optimista (por equivocación) y otro pesimista respecto al Sínodo

Cardenal Fernando
Sebastián Aguilar
     Dos cardenales que me parecen doctrinalmente serios y ya no tienen carrera que hacer, Fernando Sebastián Aguilar y Velasio De Paolis, han hecho declaraciones que pueden encontrarse, respectivamente, en http://www.cope.es/detalle/-El-cardenal-Fernando-Sebastian-analiza-el-Sinodo-sobre-la-Familia-en-COPE-.html y http://vaticaninsider.lastampa.it/es/vaticano/dettagliospain/articolo/sinodo-famiglia-37042/
Cardenal Velasio De Paolis
     El cardenal Sebastián considera que en el Sínodo se habló con claridad y escuchó con humildad, hubo búsqueda de convergencia y no de confrontación.
     Niega la impresión de blandura doctrinal: “Lo quiero decir escuetamente: eso nunca ha sido verdad, en ningún momento ha habido blandura en la transmisión de la doctrina”.
     Dijo que los tres puntos de la Relatio Synodi que no han alcanzado los dos tercios de los votos “han quedado donde tenían que estar”. No entiendo lo que quiere decir ¿que deben estar en la Relatio Synodi pese a no haberse aprobado?
     Del deseo de comulgar de algunos divorciados vueltos a casar dice: “querer comulgar no puede ser un capricho… sino querer volver a la comunión plena en la Iglesia”. A estas personas hay que ofrecerles “un itinerario de penitencia y de conversión… para reconstruir el orden de la justicia y de la caridad en sus vidas, y eso no será igual para todos… en cada caso la Iglesia tendrá que ver lo que hay que hacer para ayudar a estas personas”.
     Creo que en este punto el cardenal Sebastián se deja llevar de su buena doctrina y no se ha fijado bien en lo que de verdad dice la Relatio Synodi cuyo punto 52, que no fue aprobado por dos tercios pero ahí sigue, habla solamente de “camino penitencial” sin mencionar para nada la conversión. El cardenal Sebastián, que es católico, habla de “un itinerario de penitencia y conversión” para los divorciados adúlteros, lo que es irreprochable; si los adúlteros hacen penitencia y se convierten, es decir, dejan de ser adúlteros, no hay el menor inconveniente en que comulguen. Lo que dice la Relatio Synodi es inaceptable, penitencia para no convertirse y seguir siendo adúlteros ¡qué pérdida de tiempo!
     Y termina diciendo: “A los que temen que la Iglesia abdique de su doctrina les digo que no tengan ese temor, y a los que lo desean, les digo que lo van a desear inútilmente, porque la Iglesia será fiel a Jesús y desde la doctrina y el corazón de Cristo buscará la manera de acercarse a todas las personas, estén donde estén”. El cardenal Sebastián es fiel, que lo sean todos los sinodales ya no lo veo tan claro.
     El cardenal Velasio De Paolis, uno de los firmantes del libro “Permanecer en la verdad de Cristo”, empieza por criticar los sínodos en general y el de estos días en particular: “He participado en diferentes Sínodos y el mecanismo no funciona bien. Y luego, esta vez había demasiada carne en el asador; se comenzó sin certezas, pero no se puede discutir sobre todo, la Iglesia custodia una verdad de la que no puede disponer.”
     Vertió más críticas a este Sínodo extraordinario: “Se registró una influencia excesiva del temor de que la gente no nos siga y hubo demasiado énfasis sobre la retórica de la novedad.” “Este Sínodo sufrió de una evidente originalidad en cuanto al enfoque. Se reveló errada la decisión de discutir un poco de todo, como si tuviéramos que volver a fundar todo. La Iglesia escucha a la gente, pero tiene certezas que permanecen en el tiempo. El Sínodo repitió el drama del Concilio: conjugar la novedad en la continuidad.” “Experimentamos una confusión difícil de mantener a raya. Se escucha más a la gente que las verdades de fe.” “En el Sínodo se hicieron demasiadas referencias a la pastoral. La práctica debe respetar los principios: no se puede concebir alejada de la doctrina.” “... quienes conviven no pueden comulgar.” Esto último me parece contra el punto 52 de la Relatio Synodi y todo lo anterior juicios desfavorables para el funcionamiento del Sínodo y para los padres sinodales.
     En fin, dos cardenales cuya fiabilidad doctrinal no me ofrece dudas y el que está contento es por equivocación, porque no se dio cuenta de que la Relatio Synodi no exige la conversión que él sí considera indispensable como la consideramos todos los católicos que alguna vez hemos visto un catecismo.

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